Erik Cedeño, un joven de 21 años residente en Porto Viejo, Ecuador, concurrió el pasado domingo al entierro de un allegado, sin imaginar que pronto se le uniría en el más allá. Fue asesinado a disparos mientras se dirigía al cementerio, según informa el periódico La Razón.
En su entierro, celebrado esta semana, los amigos de Cedeño-algunos armados- no tuvieron mejor idea que homenajear al occiso con un paseo en moto, actividad a la que al parecer era aficionado.
Poco después del funeral comenzaron a viralizarse videos donde se ve a los deudos sacar el cuerpo del ataúd para montarlo luego en el asiento trasero de una motocicleta.
Al grito de “dale, dale”, el motociclista arranca para dar una vuelta por la zona, mientras otro joven sostiene por detrás el cadáver para evitar su caída. En otras grabaciones se observa el momento en que otro hombre, presuntamente un familiar, se recuesta junto al cuerpo por unos segundos.
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